Ciak si gira!
Arturo revive su amor por el séptimo arte
Arturo Brachetti Gerardo Balestrieri e los trabajadores de la noche Serge Demoncourt
Después de algunos años de ausencia como todosolista de su espectáculo, Brachetti regresa en el papel de matón en un One Man Show que encierra, como ya en el “Hombre de 1000 caras” lo mejor de su repertorio.
“¡Acción!” es la frase mágica que evoca el momento en que el cineasta crea el sueño, y es el título con el cual el creador Brachetti nos lleva en un sorprendente viaje al universo del cine.
En una serie de números, momentos teatrales y evocadores, en una nueva ambientación escenográfica, Arturo revive su amor por el séptimo arte. El espectáculo comienza con un enorme televisor en el que Arturo se transforma fulminantemente en los personajes que poblaban las películas de la tarde TV, los que todos nosotros hemos visto y amado desde pequeños: Zorro, Mary Poppins, Maciste, Cruella De Mon, vaqueros, corsarios y aventureros. Arturo luego recuerda haber estado, todavía adolescente, en el museo del cine de Turín, su ciudad y haberse impresionado particularmente en la sección Horror. Y entonces crea, en vivo, un divertidísimo delirio de encuentros, donde el sacerdote exorcista se encuentra cara a cara con Nosferatu, servido por el enterrador de turno. El monstruo de Halloween, después de destrozar a la niña poseída, pierde la cabeza y literalmente la encuentra entre las rodillas. Como en todo buen horror, los cuadros hablan, los fantasmas desaparecen y las mesas vuelan.
Arturo cuenta los personajes que lo impactaron mucho en sus primeras salidas al cine, desde Baby Jane hasta los musicales … luego nos cuenta la historia de Lon Chaney, también conocido como “el hombre de los 1000 rostros”, que fue el pionero de los efectos faciales para crear personajes que ahora son iconos del cine. Arturo hace revivir a través de rápidos cambios de vestuario y maquillaje todos los personajes que el actor hizo famosos, como el Fantasma de la Ópera, Quasimodo, Fu-Manchú, payasos inquietantes y Pierrots melancólicos.
En otro momento más íntimo, Arturo recrea sus sombras chinas imaginándolas como el dibujo animado más antiguo del mundo, o el sombrero de su abuelo con el que se transformaba, de niño, en decenas de personajes, o incluso el número de fantasía: “con nada se hace todo”.
La evocación del mundo de Fellini cierra la primera parte del espectáculo, como máxima unión entre invención escénica y evocación onírica. Esta pieza teatral ya era uno de los momentos más conmovedores y visualmente inventivos del anterior programa de Brachetti.
La segunda parte del espectáculo está dedicada casi en su totalidad a las grandes películas de Hollywood con un desfile de personajes que hay que envidiar a una cineteca: Charlie Chaplin, Gene Kelly, King Kong, Shreck, Liza Minneli, Gollum, Harry Potter, Carmen Miranda, E.T. Judy Garland, Jack Sparrow, Blancanieves, Darth Vader, y muchos otros, creando un zapping cinematográfico hilarante y sorprendente. Arturo se transforma, hace magia, desaparece, vuela…
Después de más de sesenta transformaciones y sorpresas mágicas, el espectáculo termina con una evocación poética y espectacular, un agradecimiento a todos los objetos y acciones más banales que se han vuelto memorables gracias a su uso en el cine… de la luna de Méliès al grito de Tarzán a la bicicleta de E.T.
La gira italiana se interrumpirá en diciembre y enero para poder llevar la adaptación francesa “Brachetti fait son cinema” al Teatro Folies Bergère de París, donde Arturo es esperado por el público francés con gran impaciencia. La gira internacional termina en el verano de 2012 en Canadá, con tres meses de repeticiones.